En este artículo, hablaremos de:

● Cómo el calor del verano puede afectar a tu bebé  

●  Cómo los bebés pueden mantener su temperatura corporal 

● Señales a tener en cuenta para saber si tu bebé tiene demasiado calor 

●  Ocho maneras de evitar el sobrecalentamiento y mantener fresquito a tu bebé durante el verano

Los bebés sanos, que se encuentran bien y están hidratados, pueden regular su temperatura corporal a no ser que se sobrecalienten. Sin embargo, hay algunos aspectos esenciales que debes saber y algunos consejos que te ayudarán a detectar el sobrecalentamiento y cómo puedes mantener fresquito a tu pequeño.  

Al colocar tu mano en la espalda o en el pecho de tu bebé, deberías poder sentir su temperatura con más precisión; esto te guiará mejor que tocar sus manos o pies. Generalmente, los bebés con sobrecalentamiento se vuelven inquietos y están incómodos. Si su temperatura sigue siendo alta, podrían deshidratarse, lo que se manifiesta así:  

●     Estar más cansado de lo habitual 

●     Tener muchísima sed 

●     Respirar más rápido de lo habitual 

●     Tener menos lágrimas al llorar 

●     Mojar menos pañales 

●     Estar irritable 

●     Tener la piel más seca y un aspecto pálido 

Si tú o tu pequeño estáis experimentando alguno de estos síntomas, quitaros la ropa, daros un buen baño e intentad beber o comer algo.

Cómo mantener a tu bebé fresquito cuando está dormido

Tanto si tu bebé está haciendo una siesta en el carrito, de vacaciones con la familia o en casa en pleno verano, el calor puede afectar a su sueño y su confort. Según la Academia Americana de Pediatría, la temperatura ideal de la habitación de un bebé es entre 20 y 23 °C (o entre 68 y 72 °F).Mantener fresquita la habitación de un bebé es especialmente importante cuando duerme, ya que el sobrecalentamiento del bebé conlleva el riesgo de sufrir SMLS (síndrome de muerte súbita del lactante).



Aquí tienes algunos consejos plenamente probados para pasar una buena noche de sueño, pero son especialmente importantes durante el verano:

●     Utilizar un termómetro de habitación para controlar la temperatura del cuarto de tu bebé 

●      Invertir en sábanas de algodón para la cama o la cuna de viaje

●     Vestirlo con ropa holgada o, simplemente con un pañal en aquellas noches muy calurosas 

●     Valorar comprar un carrito con un capazo ventilado, para que haya una gran circulación de aire  

●     Colocar una colchoneta integral para ayudar a absorber el sudor durante los paseos 

●     Mantener las persianas y cortinas cerradas durante el día te ayudará a tener la habitación fresca

●     Un baño fresco antes de acostarse puede ayudar a calmar a tu pequeño    

1. Mantener bien hidratado a tu bebé  

Al igual que los adultos, tu bebé necesita estar hidratado cuando hace calor. Si estás dando el pecho, no necesitas darle agua adicional, pero es posible que desees alimentarlo más de lo habitual y durante períodos de tiempo más cortos. Por supuesto, si tu bebé tiene sed y/o tu producción de leche es baja, dale agua fría hervida. 

Además, ten en cuenta el hecho de mantener altos tus propios niveles de líquidos para aumentar tu hidratación y la producción de leche. Por otro lado, si estás alimentando a tu bebé con biberón, querrás darle agua durante el día. 

Cuando tu bebé tenga 6 meses o más, debes asegurarte que beba agua frecuentemente. Ofrécele zumo de frutas muy diluido, cubitos de hielo y polos caseros de frutas.. 

2.  Dar un baño a tu bebé  

Los científicos han descubierto que darse un baño antes de ir a la cama ayuda a reducir la temperatura corporal interna, por lo que hay que tenerlo en cuenta para pasar una mejor noche de sueño, tanto para bebés como para adultos. ¡Es también una gran actividad para toda la familia! 

3. Escoger la ropa adecuada para tu bebé 

Al igual que harías en un día caluroso, viste a tu bebé con ropita ligera y utiliza capas para regular su temperatura. Optar por tejidos como el algodón, o incluso la lana merino, que ayudan a regular la temperatura corporal, alejan la humedad y, ¡son súper suaves de llevar!

4. Alerta con el golpe de calor   

Controla el estado de ánimo y la temperatura corporal de tu pequeño cuando estéis fuera de casa. Como ya hemos comentado, busca aquellas señales que te indiquen que está sobrecalentado y, asegúrate de buscar consejo y apoyo médico si la gravedad aumenta con síntomas como vómitos, piel seca y fiebre. 



5. Utilizar una compresa fría 

Una toallita húmeda y fría o, una compresa de hielo envuelta en una muselina pueden reducir el calor y ayudarán a refrescar a tu bebé cuando hace calor. Claro que sí, ¡tú también puedes usar una!  

6.Ventilar su habitación

Además de tener las persianas y cortinas cerradas durante todo el día, también es esencial mantener la ventana ligeramente abierta para dejar pasar la brisa y la circulación del aire. También podría ser una buena idea encender un ventilador en su habitación una media hora antes de acostarse. Mientras tanto, en los días más calurosos cuando no hay brisa y el ventilador solo mueve el aire caliente, puedes colgar toallas mojadas en los radiadores o puertas para ayudar a enfriar el aire cerca de tu bebé.  

7. Utilizar crema solar para bebés  

La piel de un bebé es en general muy sensible y, antes de los 6 meses, es muy fina y delicada, por lo que te recomendamos evitar la luz solar directa en la medida de lo posible. La Academia Americana de Pediatría afirma que está bien aplicar una cantidad mínima de protector solar en la piel expuesta de un bebé. Por supuesto, siempre hay excepciones, sobre todo si te das un chapuzón en la piscina, así que asegúrate de usar un buen protector solar, que sea suave y que tenga menos aditivos que los protectores habituales.  

Puedes usar protector solar más a menudo para niños de más de 6 meses. Por regla general se recomienda aplicarlo cada dos horas, pero si tu pequeño suda o se moja, aplícalo con más frecuencia.   



8. Equipar tu carrito con accesorios a prueba de verano   

Buscar la sombra es un clásico en los cálidos días veraniegos, y cuando vayas al parque con tu copiloto, equípate con accesorios para garantizar un paseo relajado y cómodo desde el principio. Asegúrate que tu carrito tenga una gran capota que puedas bajar y abrir como la capota ventilada de Bugaboo. También puedes acoplar un ventilador a tu carrito, lo que puede ser súper práctico cuando sales de casa o, coloca una sombrilla en la estructura del carrito para dar sombra a las zonas donde no llega la capota. Además, llena tu bolso con tentempiés fríos e hidratantes para el trayecto y más allá.  

En definitiva, tu rutina diaria y la de tu bebé puede ser un poco distinta durante las épocas más calurosas. Lo más importante, ¡sé consciente y prepárate para disfrutar de los meses estivales con todo este conocimiento y un cubo con hielo!  

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